El daño primario fue en el conductor de la línea que conecta a la subestación eléctrica Gonzalo Zevallos con la central térmica Electroquil.

El informe del Cenace dice que el conductor se fundió porque no hubo mantenimiento; “de ahí se originaron una serie de eventos que terminaron en el apagón“, dijo Gabriel Argüello, presidente ejecutivo del Cenace.

La segunda causa fue que  no funcionaron los equipos protectores. Debido a ello el problema no se aisló a una zona, sino que afectó al país, insistió Argüello.

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El Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) deberá determinar quién o quiénes estuvieron a cargo de todo el proceso de operación y mantenimiento.

Rubén Barreno, presidente del Conelec, aseguró el martes pasado que sancionará  una vez que tenga en sus manos el informe que elabora el Cenace.

Tras enfrentar el apagón, el Cenace recomendó que Transelectric administre y opere la subestación de Gonzalo Zevallos, pues Electroguayas no cuenta con toda la infraestructura, ni el dinero suficiente para realizar los cambios.

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El informe del Cenace reveló que “es urgente un nuevo diseño” para garantizar la energía que le entregan las generadoras Trinitaria, Pascuales y  Categ (ex Emelec).

Esa energía alimenta a Guayaquil, y además se conecta al Sistema Integrado Nacional.

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La transferencia implicará nuevas inversiones, cuyos montos se fijarán una vez que analicen cuáles son los cambios que deberán realizar; de ese modo Electroguayas se dedicará a producir y entregar, precisó Argüello.

Otra de las recomendaciones prioritarias es que las instalaciones de distribuidora Electroquil deben independizarse, “porque existe una conexión atípica (está mal conectada a Zevallos) que puede generar problemas, que también pueden desembocar en un apagón nacional”, afirmó Argüello.