Es conveniente que se disponga la reestructuración de todos los jueces del país, cuyos períodos, por el cual fueron nombrados, fenecieron y estén actuando con funciones prorrogadas, ya que ellos no son jueces vitalicios.
Para eso se debe llamar previamente a concurso de merecimientos y oposición.
Existen casos de algunos jueces que no merecerían continuar en sus funciones por haber demostrado negligencia en el área penal, o habrían hecho fortuna sin que ninguna institución haya hecho un seguimiento de sus bienes declarados o lo que es peor, que obedezcan a consignas políticas o cobren coimas por fijar el monto de una caución, dictar o revocar una detención.
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Si se quiere una administración de justicia ágil, eficiente y honesta debe haber cambios.
Eduardo José Abarca Encalada
Guayaquil Si queremos que la comunidad participe en el control delincuencial, debemos darle a esta seguridad judicial elemental, la cual consiste en por lo menos dotar de dos comisarías a cada parroquia rural o urbana, para dar facilidad a presentar denuncias.
Cuando la representación y derechos de un conglomerado de personas en el sistema judicial se elimina, su protagonismo desaparece.
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El cambio de la estructura judicial debe de comenzar de abajo para arriba, ya que al momento tenemos deficiencia en la atención al público. Y la estructura judicial no responde a la descentralización que proclama la Constitución Política.
Exhortamos a nuestras autoridades judiciales para que en coordinación con los diputados se esmeren más en este delicado servicio a la comunidad, que hoy por hoy está olvidado, ya que no se podrá ejecutar por la decisión del poder judicial, si no existen recursos.
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En lugar de que las fiscalías estén centralizadas, deberían funcionar anexas a las comisarías parroquiales con su correspondiente unidad de policía judicial. En la actualidad no hay una veeduría ciudadana para las fiscalías, de tal manera que una indagación previa puede demorar tres meses y una instrucción fiscal quién sabe cuánto, y están geográficamente separados el centro de detención provincial de las fiscalías, de tal manera que el acusador puede recibir sorpresas, como que el acusado ha salido en libertad, por no sé cuál requisito técnico.
Parece que el sistema judicial conspiraría para que la impunidad prolifere. Qué bonito pedir dinero, creando tasas para la seguridad ciudadana para votarlo en saco roto, ya que mientras no se descentralice y organice el sistema judicial, todo seguirá igual.
Ing. Salvador Loffredo A.
Guayaquil