El presidente de EE.UU., George W. Bush, reiteró anoche la importancia de mantener la fecha del 30 de junio próximo para  entregar el poder a los iraquíes.

“El 30 de junio se dejará la soberanía en manos de los iraquíes”, afirmó el mandatario en una conferencia de prensa de casi 60 minutos, que se difundió en  directo por televisión.

“Hemos fijado esa fecha”, señaló. “Es importante que la respetemos. Los  iraquíes no aguantarán una ocupación indefinida”, advirtió.

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El presidente alertó asimismo sobre “impensables” consecuencias de un  fracaso en Iraq.

Bush dijo que tropas suplementarias se enviarán a Iraq si es  necesario, pero calificó de “falsas” las comparaciones entre la campaña militar en Iraq y la  guerra de Vietnam.

Vinculó al líder radical chiita Moqtada Al Sadr, quien se alzó contra las tropas  aliadas en Iraq, con los integristas islámicos de Hamas y Hezbolá.

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Indicó que aún se pueden encontrar armas de destrucción masiva en Iraq, al  defender su principal argumento para invadir ese país y pese a que hasta ahora  no se han hallado esos arsenales. “Creo que encontraremos la verdad sobre esas armas”, señaló.