Los países latinoamericanos han sido afectados "dramáticamente" por la globalización, aseguraron este miércoles en Santiago de Chile representantes de numerosas organizaciones no gubernamentales reunidos en un seminario.
 
Según los asistentes al encuentro "Alternativas a la globalización: otro mundo es posible", la región se ha caracterizado por su gran dependencia económica de los países desarrollados, lo que ha derivado en la reducción o eliminación de los mecanismos de protección a la producción nacional.
 
El evento, organizado por el "International Forum Globalization" y el "Programa Conosur Sustentable", se extenderá hasta el próximo viernes y en el participan expertos, activistas y autoridades locales de Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Chile.
 
Durante su desarrollo se expondrán y debatirán experiencias sobre agricultura orgánica, comercio justo, ecoturismo, gestión municipal sustentable y presupuesto participativo, además de propuestas de los principales "movimientos de resistencia socio-ambiental" de la región.
 
Uno de ellos es el "Programa Cono Sur sustentable", que está formado por organizaciones ciudadanas de Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, Bolivia y Paraguay, y aborda las dimensiones sociales, ambientales y políticas del desarrollo sustentable, con estudios y debates sobre agricultura, energía, comercio, equidad social y línea de dignidad.
 
También figuran en la agenda asuntos como manejo sustentable de ecosistemas, soberanía alimentaria, políticas alternativas de seguridad y experiencias de resistencia en la defensa del agua, entre otros.
 
Entre los participantes se destacan John Cavanagh, director del Instituto de Estudios Políticos de Washington, y Jerry Mander, presidente del Foro Internacional de Globalización, que es una alianza de 60 organizaciones con sedes en 20 países.
 
A juicio de Sara Larraín, del Programa Chile Sustentable, las políticas de globalización económica, basadas en el libre comercio, la liberación financiera y la privatización, concentran la riqueza en sectores cada vez más pequeños de la población y reducen las herramientas que se necesitan para asegurar la equidad social.
 
"La globalización económica y sus instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio han causado el más dramático aumento de la desigualdad social a nivel global que se registra en la historia moderna", sostuvo Larraín.
 
Según Víctor Menotti, del "International Forum on Globalization", el aumento sostenido del comercio y de las inversiones orientadas a la extracción de recursos naturales ha favorecido las actividades altamente destructivas de los ecosistemas, centradas en la explotación de la industria forestal, la minería, la pesca y la agricultura industrial.
 
"La globalización está poniendo los recursos naturales del planeta a disposición de los voraces consumidores de los países industrializados y concentradores de capital", subrayó Menotti.
 
Agregó que los inversionistas extranjeros transfieren nuevas tecnologías hacia los países más pobres, que basan sus economías en actividades extractivas, lo que significa una escalada sin precedentes de explotación y riesgos para la biodiversidad, la tierra y el mar.