La gobernadora del estado de Río, Rosinha Matheus, pidió al gobierno federal el envío de fuerzas militares para terminar con la violencia vinculada al narcotráfico en Río de Janeiro, principal polo turístico de Brasil.

La violencia llevó al vicegobernador, Luiz Paulo Conde, a proponer rodear Rocinha, Videgao y otras dos favelas vecinas con un muro de 3 metros de alto, iniciativa que de inmediato se comparó con el muro de seguridad israelí en Palestina.

Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, con 60 mil habitantes, volvió ayer a la calma con el patrullaje de más de mil policías, tras cuatro días de violencia que dejaron diez muertos. Delincuentes del Comando  Vermelho (CV), la organización criminal más poderosa de la ciudad, ingresaron el pasado viernes a este barrio marginal para  apoyar al traficante Eduino Eustaquio de Araujo Dudu, a quitar puestos de venta de droga bajo el control de Luciano Barbosa da Silva, Lulu.