La interrupción del fluido eléctrico por el Sistema Nacional Interconectado (SNI) no solo generó problemas a los usuarios sino también a las empresas de distribución.

El apagón obligó a los empleados y técnicos a cambiar su jornada laboral y estructurar planes de contingencia.

Las áreas administrativas se paralizaron mientras que los departamentos técnicos atendieron los daños y averías de los equipos. Ayer en la mañana los trabajadores de varias compañías se dedicaron a revisar cada una de las estaciones y centrales.

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En la Empresa Eléctrica de El Oro (Emeloro), los obreros aprovecharon el apagón para limpiar y cortar la vegetación de los cables que transportan la energía. Otros se encargaron de revisar los equipos y reemplazar a los que se quemaron con el corte de luz.

Belkis Espinoza, directora técnica de Emeloro, explicó que el problema más grave fue cuando la energía se reincorporó al SNI. “Vino con fuerza y tuvimos problemas en el sistema”, añadió Espinoza.

Rafael Pacheco, técnico de la  Empresa Eléctrica de Milagro, dijo que el voltaje con que llega la energía, luego de un apagón, es más elevado y puede dañar los equipos de los usuarios y las propias  estaciones.

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“Tuvimos que elaborar planes de contingencia para evitar los daños”, acotó.