Hace dos años se formó el colectivo La Limpia, que integran ocho jóvenes de entre 21 y 24 años. La obra con la que se llevaron el premio París es una instalación sin título. Utilizaron como elementos adoquines hechos de resina, cobalto, secante y grillos, cubiertos por una estructura de vidrio e iluminados por abajo. 

Según Stéfano Rubira, uno de sus miembros, la obra “es una forma de aludir al regionalismo y al tema central de la bienal”, la iconofilia. Se intuye cómo una plaga de la Costa es insertada en la Sierra. Producir el trabajo  tomó a La Limpia tres meses y el montaje, tres semanas.