Las calles de la ciudad iraquí están desiertas y solo se escuchan disparos esporádicos de francotiradores.

Una frágil tregua entró en vigor ayer en la ciudad rebelde sunita de Faluja, de donde los marines norteamericanos debían comenzar a retirarse, mientras el jefe chiita Moqtada Sadr llamaba a los iraquíes a unirse para expulsar del país a las fuerzas de ocupación dirigidas por Estados Unidos.

Aprovechando la tregua, centenares de personas que huyen de los combates en Faluja llegaron ayer a las inmediaciones de la cárcel de Abu Gharib, al oeste de Bagdad, donde fueron recibidos como “héroes” por los habitantes.

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La mayoría de los civiles huyen por caminos secundarios por miedo a las tropas de ocupación y a los combatientes, que ocupan los accesos principales a esta ciudad de 200.000 habitantes. Mientras que, a 50 km al oeste de Bagdad, un helicóptero Apache norteamericano fue derribado cerca de Faluja y sus dos tripulantes murieron.

Secuestros
Además, la coalición dirigida por Estados Unidos se enfrenta a una escalada de secuestros, con la captura de un civil estadounidense que sus raptores amenazan con matar. Otros cinco extranjeros –tres japoneses y dos palestinos– seguían ayer en manos de sus plagiadores.

En Londres se anunció la liberación del británico Gary Teeley, quien fue secuestrado hace seis días en la ciudad chiita de Nasiriya. La incertidumbre era total ayer en torno a los tres civiles japoneses secuestrados. Un grupo iraquí amenazó con matar a uno de ellos en 24 horas si el gobierno japonés no retira sus tropas de Iraq.

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En Berlín, la Cancillería anunció que dos funcionarios de policía alemanes desaparecidos en Irak estaban “con toda probabilidad” muertos. La televisión Al Jazeera de Qatar emitió ayer un video en el que se ven los cadáveres de dos civiles presentados como estadounidenses.

Además, un grupo armado liberó a ocho camioneros asiáticos empleados por la coalición en Iraq, según el canal de televisión Al Jazeera. Siete días de encarnizados combates causaron más de 600 muertos y unos 1.000 heridos entre los iraquíes. Los cuerpos fueron enterrados en dos estadios de la ciudad.

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La coalición también encontró ayer un respiro en el frente de la rebelión chiita, porque el Ejército de Mehdi, la milicia de Moqtada Sadr, decidió suspender sus ataques hasta hoy por la ceremonia religiosa del Arbain en Kerbala, ciudad santa del centro de Iraq. El presidente de EE.UU., George W. Bush, admitió ayer que se vivió “una semana dura” en Iraq, en una visita a la base militar de Fort Hood.

Estados Unidos también pide que se entreguen los responsables de la muerte de los cuatro contratistas norteamericanos asesinados en Faluja el pasado 31 de marzo, y que los miembros de la resistencia armada, en particular extranjeros, sean expulsados.

En la zona
Cinturones explosivos
El ejército estadounidense anunció anoche que hace tres días descubrió cinturones explosivos destinados a  cometer atentados suicidas en  Faluja.

Oficina atacada
La oficina del jefe chiita radical Moqtada  Sadr en la ciudad de Nasiriya fue destruida ayer por los soldados italianos, luego de  la visita del primer ministro  Silvio Berlusconi, al contingente  de su país a esta ciudad.

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Operación
Tropas estadounidenses lanzaron ayer una operación en  busca de armas en una mezquita y una escuela sunitas  de Bagdad, destruyendo ayuda humanitaria destinada a los habitantes de Faluja.