Los rostros ennegrecidos de los rescatistas y las ojeras de los parientes hablaban a las claras de la pérdida de esperanzas el domingo, al día siguiente de una devastadora explosión de gas metano en una mina de carbón siberiana. 
 
La explosión en la mina Taizhina, en el yacimiento carbonífero llamado Kuzbass, dejó un saldo de 42 muertos y cinco desaparecidos, dijeron las autoridades. 
 
La explosión estremeció la mina en la mañana del sábado, cuando 54 mineros que habían trabajado el turno de la noche estaban a punto de concluir su jornada. 
 
El estallido dejó una pila de escombros que bloquearon el acceso de socorristas, obligando a algunos de ellos a emplear una ruta más larga hacia el centro a través de una mina contigua, mientras que los otros trataban de excavar a través del foso del ascensor desplomado. 
 
Ocho mineros fueron rescatados el sábado de la mina de Taizhina, dijo Valeri Korchagin, un portavoz del departamento de emergencias en la región de Kemerovo, en el oeste de Siberia. Cuatro resultaron heridos, y dos de ellos fueron hospitalizados con quemaduras. 
 
Sergei Oganesyan, jefe de la Agencia Federal de Energía, consideró   prácticamente imposible que alguien sea encontrado con vida. 
 
Es probable que sólo encontremos cadáveres, dijo.