Fueron casi cinco horas en las que miles de feligreses caminaron entre centenares de comerciantes de todo tipo. Los vendedores se adentraban en la marea de católicos que rodeaban la imagen del Cristo del Consuelo, a lo largo de diez cuadras de la calle Lizardo García, entre la A y Azuay, y después hasta Robles Chambers y Leonidas Plaza.

Eran mas de quinientas mil personas las que llegaron a la iglesia de Cristo del Consuelo, en Lizardo García y la A, al suroeste de Guayaquil. Aquel  fue el punto de concentración de la 44ª procesión que conmemora la Pasión de Jesús, en la ciudad más poblada del país. Por los  alrededores del santuario, las sombras de las casas en la calzada cobijaban a centenares de comerciantes que se paseaban entre una ola de feligreses.

 La venta de manzanas acarameladas, sandías y hasta de pitos que hacen graciosos sonidos no faltó en el Viernes Santo de la Semana Mayor que culmina mañana.

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Empezó a las 07h20 con un cielo de pocas nubes que apenas dejaban ver lo celeste de una mañana soleada. A lo largo de la primera cuadra estaba Óscar Pilco (51) que vendió sándwiches de chancho en una carreta con paneles de vidrio. Él llevó 650 panes y hasta las 08h00 solo había expendido 8. “El año pasado a esta hora ya había vendido casi todo”, expresa mientras la marea de gente que rodeaba la imagen del Cristo del Consuelo tarareaba “Alabaré, Alabaré...” y después se alejaba. “Este año sí que no vendí. Las personas ya se me fueron”, acota resignado.

La multitud ya estaba a la altura de la villa 4129 de la calle Lizardo García. Ahí, una camioneta repleta de sandías atravesaba la vereda y entorpecía el paso de las personas. Era el puesto de Pastor Villamar, quien había venido desde el kilómetro 26 de la vía Durán-Boliche. Allí los rostros de regocijo y serenidad de los feligreses cambiaron y reflejaban molestia.

El vehículo apretó la masa de católicos y todos apretujados iban tras una imagen de madera rodeada de coloridas flores. Un grupo de jóvenes cantaba en coro “Jesucristo, Jesucristo, Jesucristo, yo estoy aquí ...”. Aquel canto se mezclaba con los murmullos de los vendedores de agua que apenas podían caminar con sus mochilas por el sendero de la peregrinación.

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Los que no podían transitar entre la gente se asentaron con sus carretas en las calles laterales. Sombrillas protegían a informales que expendían agua de coco, granizados, jugos de frutas,  bolones de verde, toallas para el sudor y gorras para cubrirse de un sol que, a esa hora, ya se hacía presente. “Estamos dando barato, a precio de docena”, dijo Olivia Llongo, vendedora de gorras.

El pavimento ya denotaba el paso de los feligreses. La cera de las velas que ellos llevaban lo cubría. En una pequeña caja que colgaba del cuello de Beatriz Guanolisa había dijes con forma de riñones, pulmones y extremidades del cuerpo que, según ella, representan los milagros que se le pide a Jesús crucificado. “Solo he vendido cuatro y son las diez”, exclamó. Al final del desfile de productos, en la calle Robles Chambers y Leonidas Plaza, la humareda se hizo presente. Salía de los quince locales de comida que esperaban a la gente sudada por las cinco horas de caminata. Entre las ollas se paseaba Carlos Pineda con una canasta llena de incienso aún  por vender. Así fue la jornada  de  los comerciantes que desde ya esperan la próxima procesión.  
 

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La frase
“Es una procesión espontánea, profunda, típicamente desordenada, pero estoy seguro que Dios la bendice mucho. Es la primera  vez que participo”.
MONS. ANTONIO ARREGUI
ARZOBISPO DE GUAYAQUIL

La cifra
550.000 Personas participaron ayer de la procesisón de Cristo del Consuelo, según la Policía Nacional.

Anécdota
“Iba a usar la manguera para dar agua a la gente cuando pasara por aquí, pero como un carro del Cuerpo de Bomberos se puso en la esquina de mi casa (Lizardo García y Domingo Savio) a lanzar agua, entonces decidí que este año la dejara  guardada”.
 Miguel Arias, 78 años.

EN EL PAÍS
QUITO

Cucuruchos (penitentes) y verónicas (representación de la mujer que secó el sudor a Jesús) estuvieron entre los principales actores de la procesión de Jesús del Gran Poder, que se desarrolló en el centro histórico de Quito.

CUENCA
El número de fieles que participó en el vía crucis de la parroquia Turi, uno de los más importantes del Azuay, bajó considerablemente este año. Los organizadores señalaron como causa el cambio del párroco Marco Martínez.

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SANTA ELENA
Seis mil devotos concurrieron a la caminata organizada por el padre Vicente Agila, nuevo Vicario episcopal de esta zona. Los penitentes pidieron por el progreso de la Península.

BAÑOS
Una caminata se realizó desde el Jueves Santo hasta ayer entre Ambato y Baños. Alrededor de cuatro mil personas coparon la vía durante la madrugada de ayer.