La posibilidad de que los presos se beneficien con un año de reducción de penas por hacinamiento necesitará una reforma vía Congreso. El Parlamento es el único que puede dar paso a una solicitud de esta naturaleza, coincidieron ayer el penalista Rodrigo Bucheli y el dirigente del Comité de Paro de los trabajadores penitenciarios, Oswaldo Riofrío. Aunque otorgar o no el año de gracia no es una salida a la crisis, Bucheli aseveró que la medida es facultad de los legisladores.

Durante las negociaciones que mantuvieron, hasta la noche del jueves, las autoridades de Rehabilitación Social y los internos acordaron que se analizará el impacto de la aplicación de un año de gracia a los reos del país. Con esta propuesta, dijo Bucheli, “se quiere curar la gangrena con un esparadrapo”. Riofrío insistió que el debate deberá pasar por el Congreso, como ocurrió cuando el gobierno de Abdalá Bucaram (en 1996) otorgó una reducción similar por el año jubilar.