Pero existen otros agravantes que están causando esas desgracias que dejan una elevada pérdida de vidas humanas. El excelente estado de las vías de comunicación (carreteras) es “aprovechado” por ciertos conductores irresponsables, para rodar a excesiva velocidad como si estuviesen en autopistas, perdiendo el control del automotor y provocando aparatosos volcamientos y muertes.

El no haber una señalización preventiva, el exceso de alcohol ingerido por conductores y los pasajeros, y lo más grave, el quemeimportismo de las autoridades de tránsito al no educar al público ni capacitar a un personal para controlar y prevenir estas graves anomalías, son también causantes de los accidentes.

Héctor García Rivera
Guayaquil
  

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