Un lugarteniente del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr negó este viernes que milicianos leales al líder religioso hayan participado en la captura de tres japoneses, a los que se amenazó con quemarlos vivos a menos Japón retire sus tropas de Iraq.
 
El jueves, un vídeo fue divulgado mostrando a los tres, dos trabajadores de un grupo de ayuda y un periodista rodeados por milicianos vestidos con ropas negras similares a las que usan las tropas de al-Sadr. Los tres fueron capturados en el sur de Iraq, donde la milicia chiíta, conocida como Ejército de al-Mahdi, se viene enfrentando a fuerzas de la coalición invasora.
 
Pero Amer al-Husseini, representante del clérigo en ciudad Sadr, un distrito de Bagdad, dijo el viernes a periodistas luego de orar en una mezquita que el grupo nada tenía que ver con los secuestros.
 
Condenamos tales actos y oramos por la liberación de los rehenes, dijo al-Husseini.
 
Los tres rehenes japoneses figuran entre por lo menos cinco extranjeros que fueron capturados por militantes en diferentes partes de Iraq. Los otros, secuestrados en un incidente separado, son un árabe de Jerusalén oriental y un sirio nacido en Canadá. Ambos hombres trabajaban para agencias de ayuda internacional. También se ha informado de la desaparición de un británico.
 
El primer ministro de Japón Junichiro Koizumi denunció el viernes que la amenaza de quemar a sus compatriotas vivos era   un acto de cobardía, y aseguró que los soldados japoneses permanecerán en Iraq.
 
La secuencia de vídeo difundida el jueves por un grupo denominado   Escuadrones Muyadín mostró a dos hombres y a una mujer rodeados por milicianos.