Israel estaba preocupado este viernes por los alcances de la encarnizada revuelta antiestadounidense en Iraq y por las consecuencias que esta "Intifada" puede tener para la región.
El ministro de la Defensa Shaul Mofaz proclamó que Israel deseaba la victoria de los estadounidenses en Iraq, en una entrevista publicada por el diario Yédiot Aharonot.
"Cruzamos los dedos por los estadounidenses en Iraq, su éxito es vital para la paz en el mundo", afirmó Mofaz.
"Si los estadounidenses logran estabilizar la situación en Iraq, de lo que Israel está convencido, eso tendrá una influencia positiva para todo el Medio Oriente, para el mercado del petróleo y para la autoridad de la comunidad internacional", agregó el ministro.
Mofaz se declaró igualmente convencido de que "Estados Unidos es fuerte y logrará poner en jaque todo intento de transformar a Iraq en un Estado terrorista".
Sin embargo, agregó, "si los estadounidenses se ven obligados a evacuar Iraq bajo la presión del terrorismo, se instaurará un nuevo y peligroso modelo de régimen árabe. El eje del mal , que levantará cabeza, estará en capacidad de poner en peligro la paz del mundo".
Según Haaretz, otro diario israelí, todos los responsables de los servicios de inteligencia y de seguridad israelíes sostuvieron el jueves una reunión en el ministerio de la Defensa para discutir de las repercusiones del endurecimiento de la revuelta en Iraq.
Algunos de estos responsables estimaron que la escalada de la violencia corre el riesgo de "reducir la capacidad de disuasión de los estadounidenses" y de favorizar a "los elementos radicales en el Medio Oriente tales como Irán, Siria, el Hezbolá (libanés), el Hamas y la Yihad islámica (palestinos)".
El jefe del Hamas en los territorios ocupados, Abdelaziz al-Rantissi, participó el jueves en la noche en Gaza en una manifestación de apoyo al pueblo iraquí, que reunió a un millar de sus simpatizantes.
"Queremos decirles que estamos con ustedes. Combatimos aquí el terrorismo de Israel y ustedes combaten el terrorismo estadounidense", declaró Rantissi.
Las Brigadas de los mártires de Al Aqsa, un grupo armado ligado al movimiento Fatah, denunciaron por su parte en un comunicado "las masacres terroristas" cometidas por las fuerzas estadounidenses en Iraq.
"La resistencia es la única alternativa para expulsar al ocupante usurpador", agregó el texto.
Por otra parte, responsables israelíes desmintieron el viernes que dos árabes secuestrados en Iraq, de los cuales al menos uno es de nacionalidad israelí, sean agentes del Mossad, el servicio de inteligencia, afirmando que el Estado hebreo no tenía la intención de intervenir para obtener su liberación.
"Todo el mundo sabe que no son agentes del Mossad y que no fueron enviados por el Mossad", afirmó el ministro sin cartera Gideon Ezra.
La televisión pública israelí difundió el jueves imágenes de la televisión iraní Al-Alam mostrando a los dos hombres apresados y documentos de identidad israelíes que estaban en su poder.
Fueron secuestrados en Irak por el grupo radical Ansar Al-Dine que los presentó como agentes israelíes.
Por otro lado la policía israelí prohibió a los musulmanes de menos de 45 años el acceso a la Esplanada de las mezquitas en Jerusalén-este para la oración del viernes, por temor a enfrentamientos como los que se produjeron la semana pasada.
El viernes pasado, mientras que ninguna limitación de edad había sido impuesta, las fuerzas del orden asediaron durante una hora la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, tercer lugar santo del islam, luego de recibir pedradas de parte de jóvenes palestinos.