Así, cuando el reloj de la parroquia Santísima de la Trinidad y Perpetuo Socorro marquen las 07h30, la imagen de Cristo Crucificado será iluminado con la luz de las velas encendidas que llevarán los fieles de Nobol y de los recintos aledaños, tales como San Luis, Puente Lucía, El Nato, Petrillo, Barrio Lindo, Río Perdido, San Andrés, Los Quioscos, San Andrés y Pajonal.

El vía crucis penitencial será antecedido por la meditación de las Siete Palabras de Jesús, a cargo de monseñor Plácido Muñoz Macías, rector del santuario de la Violeta de Nobol.

“Habrá gente de todas partes, que se movilizarán en bus, canoa y hasta a pie. Es una gran procesión de más de cuatro horas”, explicó el párroco.

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El peregrinaje, según el sacerdote, irá acompañado por la imagen de Narcisa de Jesús, que para los noboleños es sinónimo de santidad.

Para ello el pueblo se prepara con anticipación, a través de la oración, la caridad y la penitencia.

No se quedan atrás las horas de reflexión que familias enteras mantienen en el santuario, de pie frente a la imagen de la beata o de la cruz que cada año se utiliza en el recorrido.

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La vigilia, efectuada la noche anterior, sirvió también para purificar el espíritu y fortificar la fe.

La cruz
Elaborada de hueso, la cruz con la imagen de Cristo, que cada año en Nobol se utiliza para el peregrinaje, es limpiada cuidadosamente por los guardianes de la parroquia Santísima de la Trinidad y Perpetuo Socorro, dos días antes del Viernes Santo.

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Alfonso Sánchez, José Ramos y Félix Tenorio se encargan de pasarle la franela húmeda para quitarle el polvo y el sudor que dejan impregnado los devotos.

Esa imagen, luego de recorrer el pueblo por la mañana, será guardada en la tarde en una urna de vidrio, luego de la procesión del Santo Entierro. La cita será a las 19h00 y concluirá a las 21h00 en el santuario de Narcisa.

Luego, todo será silencio, dice monseñor Plácido Muñoz, “hasta el Domingo, en que brille la luz de la resurrección”. (MNM).

 

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