La película La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, superó los tabúes islámicos e hizo historia en el mundo árabe,  gracias a que los cuestionamientos de los judíos aumentaron el interés por el polémico filme. 

La película llenó los cines  desde que se estrenó la semana pasada,  en una región donde los judíos son considerados como sinónimos de Israel y donde la población está furiosa por la ocupación israelí de tierras árabes.
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“Sin duda es una reacción en contra de las afirmaciones de los cabilderos judíos de que este filme es malo”, dijo Alfred Mutua, un director de cine.