En un principio pareció a muchas personas que eso era algo idóneo, pues no se verían a los mismos políticos de siempre repartirse la torta llamada Ecuador. Lastimosamente eso fue una simple expectativa.

Lo peor de todo es que se observa un Ecuador sin rumbo, no se ve una política de Estado en la que se condenen todas estas  irregularidades.

¿Hasta cuándo vamos a sufrir la impertinencia de unos pocos? Ya es hora de que se tomen decisiones progresistas en el país. La economía no da más. ¡Por favor señor Presidente, haga algo por el país!

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José Joaquín Egas Valencia
Guayaquil