Desde niña, el afán de Katherine Morales Veloz era surcar los mares. Pero no como turista, sino al mando de una embarcación naviera. Fue un anhelo que ya cumplió: la tarde del martes pasado ella, de 23 años,  se convirtió en la primera oficial de cubierta de la Marina Mercante, con sede en Guayaquil.

En la ceremonia de graduación de la promoción número 26,  también estuvieron sus compañeros: 41 hombres. “La Armada abre espacio a las mujeres”, dijo en su discurso el vicealmirante Víctor Rosero, comandante de la entidad.

Para ella, oriunda de Guaranda (Bolívar),  no fue fácil. “Tuve que romper toda una historia. Y creo que di un buen paso. Mi intención es llegar a ser capitán de altura (el máximo rango)”. Los oficiales mercantes –que pueden ser de cubierta o máquinas– están capacitados para dirigir buques cargueros privados o estatales.

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Estos uniformados no tienen una relación directa con la Marina, es decir, no recibirán sueldos ni gozarán de los beneficios de un oficial de arma. Pese a ello, Katherine se muestra feliz. Pues cumplió los requisitos para la graduación y, detrás de ella, hay ocho mujeres (de la promoción 27) que esperan también ser oficiales mercantes.