La matriz Central Obrera Boliviana (COB) convocó a una huelga general e indefinida desde el 2 de mayo en demanda de la abrogación de la ley de Hidrocarburos y un decreto que implantó en Bolivia la economía de mercado, hace 19 años.
 
Una reunión ampliada de representantes de 65 sindicatos resolvió declarar "guerra" al gobierno del presidente Carlos Mesa, al que acusaron de continuar las políticas de su predecesor, el liberal Gonzalo Sánchez de Lozada, depuesto en octubre último producto de una insurrección popular.
 
El radical dirigente de la COB, Jaime Solares, uno de los líderes de la  rebelión popular de octubre pasado, dijo que Mesa representa el "continuismo de Goni, sin Goni", como popularmente se conoce a Sánchez de Lozada. "No se  olviden que él era vicepresidente de Goni", afirmó.
 
Reunido en un combativo centro minero de los Andes bolivianos, el ampliado  de trabajadores bolivianos, que analizó la situación económica, política y social del país, advirtió sobre el rigor de las medidas de fuerza si el  gobierno no abroga la ley de Hidrocarburos, que patenta el control del sector  en manos de consorcios extranjeros, y el decreto 21.060, que redujo el Estado y  abrió las puertas al capital extranjero.