En esta época de apertura de matrículas y de preparación para iniciar un nuevo año lectivo, se ha puesto de manifiesto postivo en algunos maestros, la práctica de la solidaridad con los padres de familia que tienen hijos en escuelas y colegios.

La situación económica por la que estamos pasando la mayoría de los ecuatorianos es realmente mala y preocupante. Hay padres que no tienen trabajo y otros viven del subempleo; ¿cómo educar a los hijos en estas condiciones?

Los $ 25 para matricular al  vástago, tendrán graves incidencias en el ausentismo escolar que aumentará en los planteles fiscales.

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Esperamos que haya más maestros solidarios con la situación agoviante y ayuden a los progenitores, siendo más flexibles y ajutándose a la realidad del entorno; que soliciten el mínimo indispensable de útiles escolares, sin pedir cuadernos con una cantidad de hojas que los alumnos no utilizarán; ni libros grandes, pesados y de letras menudas que tienen contenidos aburridos que no se alcanzan a interiorizar; ni pidan tanto materail de aseos ni otros más en el transcurso del año.

El maestro ideal aplica estrategias de aprendizaje innovadoras y es solidario con el bolsillo del pobre padre de familia.

¿En dónde quedó la gratuidad de la educación?

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Dr. Rodolfo Pinzón Bravo
Guayaquil