“El caso de Alona, en el que se compró un software cuyo valor real es 800.000 dólares y que se cobraron 4’500.000 dólares; Nedetel (banda ancha de Pacifictel) donde en un contrato de asociación, la empresa telefónica aportó con su infraestructura que vale más de 500 millones de dólares y una compañía desconocida aporta 9’800.000 en cinco años pero en cuanto al reparto de los ingresos Pacifictel y esta empresa reciben el 50%”, indicó.

Febres-Cordero, quien sesionó con los legisladores Xavier Sandoval, Pascual del Cioppo, Cynthia Viteri, Carlos Falquez y Alfonso Harb, sostuvo además que denunciará el caso Oasis “que es el que tiene que ver con el cableado de las líneas telefónicas externas, contrato que firmaron durante el gobierno de (Gustavo) Noboa”.

Aseguró que con esto cumplirá con lo ofrecido hace diez meses en el Congreso ya que “conseguir información cuando hay atracos es complicado”.

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Precisó que cuando detectó la intervención del Ejecutivo “para obstruir la praxis de la justicia, ya no puedo defender posturas gubernamentales porque no benefician al pueblo”, al referirse a una supuesta presión del régimen contra la agente fiscal Gladys Murillo, para que emita un fallo a favor del presidente del directorio de Pacifictel, Mauricio Galindo, quien tiene una orden de prisión por supuesto peculado. “El gobierno no puede contar con nosotros para actos como este”, dijo.

Además, Febres-Cordero aseguró que desconoce el nombre del “importante miembro de la derecha”, quien supuestamente emitió declaraciones “desacertadas” sobre un presunto chantaje efectuado por su hermano, el empresario Agustín Febres-Cordero, y denunciado por la ex gerente de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), Wilma Salgado, para lograr una nueva valoración de un fideicomiso.

Estas expresiones fueron publicadas ayer en la página 3A de este Diario, en un remitido público efectuado por la familia Febres-Cordero.

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El legislador aseguró que fueron sus hermanas quienes realizaron el comunicado, el cual, dijo, fue corregido por el nieto de Agustín, Santiago Maspons Febres-Cordero.

Cuando se le preguntó a quién se refería su familia al nombrar a un político de derecha, Febres-Cordero contestó: “No sé, no puedo hablar en función de terceras personas, habría que preguntáserlo a mi familia”.

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