Una malla con rallas verdes, azul y amarilla, cubre la superficie de 200 metros donde por el lapso de un mes y medio se instaló el árbol gigante, en el Malecón 2000, al pie del Fortín.

En su interior, nueve albañiles contratados por la constructora Loor S.A., trabajan en la colocación de la piedra caliza, guiados por el formato que sigue todo el entorno del Malecón.

La finalidad, según la arquitecta Yuzony Suquilanda, encargada de los trabajos, es lograr la restauración del sector, máximo en dos semanas más, para tener el área arreglada y poder recibir a las candidatas a Miss Universo, evento del que Ecuador es anfitrión.

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Para ello las tareas se realizan desde las 08h00 hasta las 19h00 de lunes a viernes. Los sábados se trabaja de 08h00 a 17h00 y los domingos hasta las 13h00.

Esta actividad se inició hace un mes y actualmente se hace hincapié en adherir cuidadosamente la piedra.

Así, se trabaja primero en cortar cuidadosamente con una sierra la piedra, la que luego es pegada con una goma especial.

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Una obra cuestionada
Los trabajos de restauración debieron ejecutarse inmediatamente después del desmonte de la estructura de fierro, que tenía 92 metros de altura.

Sin embargo, los trabajos recién se iniciaron en marzo y son pagados por la Fundación Malecón 2000, que contrató a la empresa Loor S.A.

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El árbol, que fue montado por la empresa Publivía, permaneció iluminado desde el 14 de diciembre hasta el 5 de enero pasado.

Su construcción generó polémica, por cuanto un grupo de personas cuestionó su costo de 400.000 dólares, el que, dijeron, era un lujo innecesario.

Algunos ciudadanos y las empresas anunciantes argumentaron que la obra era un atractivo turístico más para la ciudad.