El presidente de EE.UU., George W.  Bush, afirmó ayer que la devolución de la soberanía en Iraq sigue prevista para el próximo 30 de junio y justificó la decisión de detener al jefe chiita, Moqtada Al Sadr, pues, según él, amenaza la democratización del país.

Cuanto “más nos acerquemos a la fecha, más nos atacarán”, agregó.
Bush recordó que, según una carta encontrada por las fuerzas de la coalición, un miembro de la organización terrorista Al Qaeda había planeado dirigir a las comunidades chiitas y sunitas iraquíes para intentar provocar una guerra civil en ese país.

Las declaraciones de Bush se producen mientras una encuesta del centro de investigaciones independiente Pewm, publicada ayer, mostraba que el 53% de los estadounidenses desaprueba la forma en que Bush gestiona la situación en Iraq.

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El 57% de la población cree que Bush no tiene un plan claro para enfrentar la situación en Iraq; y otro 44%, que las tropas deben salir de ese país.

Bush indicó ayer que planea dejar claro, ante una comisión que investiga los atentados del 11 de septiembre del 2001, que su gobierno careció de la información necesaria para prevenir esos ataques.

Si hubiéramos sabido que el enemigo iba a estrellar aviones contra nuestros edificios hubiéramos hecho todo lo que estuviera a nuestro alcance para evitarlo, dijo.