Los rescatistas continuaron este martes la búsqueda de personas desaparecidas en la ciudad de Piedras Negras, al norte de México, donde el desborde de un río arrasó con un barrio, causó daños en otros seis y dejó un saldo de al menos 34 muertos.
 
Personal de protección civil, cuerpos de socorro y el ejército han encontrado más cuerpos entre los escombros y el lodo que dejó el desborde que afectó en la noche del domingo y la madrugada del lunes a unas 25 manzanas de esta ciudad del estado de Coahuila y fronteriza con la estadounidense de Eagle Pass.
 
"Están los helicópteros recorriendo los márgenes del río (...) para buscar cuerpos en los arroyos", dijo René de la Garza, subdirector de protección civil del estado.
 
La búsqueda se realizaba también fuera del estado, corriente abajo del cauce del normalmente seco río Escondido, donde las víctimas podrían haber sido arrastradas. Los cuerpos de socorro realizaban labores de limpieza y auxiliaban a unos 2.000 damnificados que se encontraban en albergues de Piedras Negras.
 
El alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres, dijo que los funerales de 31 víctimas fatales contabilizadas hasta el lunes habían tenido que postergarse debido a que los cementerios estaban inundados. Otros tres cuerpos fueron rescatados en las primeras horas del martes.
 
"Los tres cuerpos fueron rescatados en donde estuvieron removiendo los escombros, en algunas viviendas de la zona afectada", dijo Marcela Aguirre, portavoz del gobierno de Piedras Negras. "Subió a 34 el número de víctimas", añadió.
 
"El agua está retrasando los entierros. La ciudad cuenta con dos panteones privados y dos panteones municipales. En los municipales no se puede escavar porque se hunde la tierra", dijo Bres.
 
La repentina inundación también afectó al municipio de San Juan de Sabinas, contiguo a Piedras Negras.
 
"Hoy empezaron las cuadrillas (...) a levantar los escombros de las casas destruidas en la zona", dijo De la Garza.
 
Lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Escondido, que llevó a declarar una emergencia en la zona.
 
En las calles de la inundada ciudad podían verse bardas derrumbadas, árboles y postes yaciendo en el suelo, caballos muertos, muebles, escombros y automóviles volcados.
 
Las fuertes lluvias continuaron la madrugada del martes, desbordando el arroyo del Soldado que alimenta al río Escondido, lo que provocó nuevas evacuaciones.
 
Según autoridades, esta es la primera vez que se desborda el río Escondido, un afluente que desemboca en el río Bravo y que por lo general está seco, afectado por la extracción de carbón en la zona y contaminado por descargas de drenaje.