Unos 600 internos retuvieron ayer a cuatro guías, 120 adultos y 30 niños que visitaban a sus familiares en la cárcel de varones número dos de Quito. Desde las 11h00 no se permitió el ingreso de personas ni víveres.

El presidente del Comité de Internos, Ángel Vallejo, dijo que la retención se produjo en demanda de la renovación del estado de emergencia, la aprobación del nuevo Código de Ejecución de Penas, la eliminación de la detención en firme y el otorgamiento de un año de gracia por el hacinamiento en las cárceles.

Vallejo expresó que la medida se mantendrá hasta mañana cuando una delegación de internos visite el Congreso para tratar estas peticiones.  Hubo momentos de tensión cuando los presos encadenaron al guía Pablo Giraldo a dos tanques de gas, le rociaron gasolina y amenazaron con prenderle fuego. Tras el pedido del jefe de guías, Darwin Paucar, de no caldear los ánimos, se liberó a Giraldo.