El nuevo presidente de la BBC,  Michael Grade, se comprometió ayer a velar por la independencia política y económica de la cadena pública británica porque, sin esa cualidad, “no tiene razón de ser”.

Grade, de 61 años, compareció ante la prensa para exponer sus objetivos para la corporación, después que por la mañana, el gobierno de Tony Blair confirmara su nombramiento.

El nuevo presidente ocupa la vacante que dejó Gavyn Davies, quien dimitió el pasado enero a causa de las conclusiones del juez Brian Hutton sobre el caso Kelly, que exoneró al gobierno y, en cambio, culpó a la BBC  de haber emitido una noticia “infundada” sobre Iraq.