Al haber revisado periódicos y revistas desde hace 30  años, me he dado cuenta de que la ilusión de los ecuatorianos por combatir la corrupción y ver un país con grandes transformaciones, no se ve, pues no hemos cambiado en nada.

Más bien, he visto que han sido costumbre los escándalos que se han dado de tumbo en tumbo, sin que se ponga un pare a esto; aunque el problema no son los delitos, sino la impunidad que ha habido y sigue siendo común en el país.

Las denuncias que nos escandalizan semana a semana y que aparecen con grandes titulares en los medios de información, nos hacen olvidar otras que ya antes también coparon espacios periodísticos. Todas estas hacen daño, pues pocas empresas internacionales quieren invertir en nuestra patria ante tantos atracos.

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Se informa sobre nepotismo en gobiernos; que nuestro petróleo solo es para unos pocos; que el avión de Saeta desaparecido en 1976 ya había sido encontrado y  saqueado hace años y se informó con mucho retraso dicho hallazgo; que al Estado se lo ha perjudicado en la compra de helicópteros; se roban la gasolina en grandes cantidades desde lugares clandestinos; que el cura Flores hizo “maravillas” en las aduanas de Quito; que se debe a la banca quebrada en poder del Estado tal cantidad de dinero; que hay profesores fuera del país pero siguen cobrando sus sueldos...

Hay tantos escándalos y a la hora de la hora no pasa nada. ¿Cuántos de esos y otros hechos fueron investigados, sancionados?

Edwin Alexander  Rodríguez
Quito