Causa molestia y tristeza el tráfico libre de alcohol y sustancias estupefacientes en algunos barrios de la ciudad, donde los jóvenes desde temprana edad son consumidores, y que no se realicen patrullajes policiales perennes para velar por el orden público.

Da gusto ver en cambio, en urbes como Londres, Verna, etcétera, a la policía controlar a pie constantemente, las zonas donde se altera la paz.

En los barrios de Guayaquil como Garay, del Seguro, y sectores como Prosperina, isla Trinitaria..., muchos jóvenes consumen sustancias a cualquier hora del día, y a veces los patrulleros se limitan a estacionarse con sus vehículos en una esquina para dormir o charlar.

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Da pena la inconsciencia de la fuerza del orden y del Ministerio de Bienestar Social, que no se preocupan por esos muchachos que podrían ser el futuro de la patria, pero se perfilan como delincuentes potenciales.

Lcdo. Homero Camposano C.
Guayaquil