La pista es nueva, pero el alemán Michael Schumacher anhela el mismo resultado: otra victoria que sería su tercera en fila en el actual campeón mundial de Fórmula 1.

El Gran Premio de Bahrein del domingo es la primera novedad en el calendario de la F1 desde Malasia en 1999. También es la primera carrera que se disputa en una nación árabe desde que Stirling Moss ganó el GP de Marruecos en 1958

Las obras en el circuito, que costaron 150 millones de dólares, fueron completadas apenas hace dos semanas.

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En el ambiente hay un fuerte aroma de sorpresa para el domingo, debido a que las diez escuderías no tienen la más mínima idea sobre las características de la pista, aunado al temor por el calor y las tormentas de arenas.

Schumacher le pasó vista por primera vez al circuito ayer al darse un paseo en un monopatín.

El piloto brasileño Rubens Barrichello, su compañero de equipo en Ferrari, prefirió trotar un rato para mejorar su estado físico.