En la quinta fecha solo anotó un artillero: Hernán Crespo.

Poner delanteros a granel no significa ser ofensivo y mucho menos garantiza goles. Esa fue una de las conclusiones que dejó la quinta fecha de las eliminatorias rumbo al 2006, en las que Argentina, Brasil y Uruguay desplegaron un arsenal ofensivo de fuste y entre los tres apenas pudieron marcar un gol.

Ante Ecuador, Argentina dejó a su arquero y dos en el fondo y atacó con ocho, entre ellos Hernán Crespo, César Delgado, Pablo Aimar y Andrés D’Alessandro, para apenas vencer “con susto” 1-0. Crespo hizo el gol y la Argentina se fue abucheada.

Publicidad

Brasil puso a Ronaldinho, Kaká, Ronaldo y pegados a ellos a Renato y Ze Roberto, más las proyecciones de Roberto Carlos, y Paraguay estuvo tranquilo en el 0-0.

Uruguay metió a tres delanteros definidos: Germán Hornos, Javier Chevantón y Diego Forlán, además de Álvaro Recoba y Richard Núñez pisando el área, y se retiró apabullado 3-0 por Venezuela, en un resultado histórico.

Si los argentinos se fueron estrepitosamente silbados, y eso que ganaron, ni qué hablar de cómo salieron los uruguayos del estadio Centenario, con el técnico Juan Ramón Carrasco a la cabeza de los más cuestionados. Entre otras cosas, un grupo de hinchas uruguayos lanzó piedras contra el ómnibus que transportaba a la selección.

Publicidad

El diario La República, de Uruguay, señaló ayer que lo peor radica en la formación que Carrasco puso en la cancha, convencido de que si pone tres jugadores de punta asegura ser ofensivo. ¡Qué paradoja! Venezuela jugó con uno  arriba  e hizo tres goles.

En Argentina, Brasil y Uruguay quedó demostrado que poner varios delanteros deja un hueco grande en el medio campo, del cual los rivales sacan provecho. Y los atacantes se encimaron más de lo que se complementaron.

Publicidad

En el fútbol moderno, a los que atacan en masa, se les trata de neutralizar con una doble línea de cuatro, claro que a veces sin éxito. El diario La Nación de Buenos Aires dijo ayer sobre Argentina que la propuesta, por lo general, no fue más allá de la mera acumulación de hombres en el ataque. Se dio una paradoja: pese al batallón ofensivo, el bloque parecía disociado, con intérpretes muy separados.

Chile y Colombia no propusieron nada del otro mundo ni tampoco hicieron gala de que iban a atacar con todo.

Atacaron cuando se les presentaron las oportunidades y así fue como Chile venció a Bolivia en La Paz y Colombia hizo lo propio ante Perú, en Lima, en ambos casos 2-0.

Y lo más paradójico es que esos cuatro goles no los metieron delanteros: los de Chile fueron de Moisés Villarroel y Mark González, carrileros por derecha e izquierda, respectivamente, y los de Colombia gracias a Freddy Grisales y Frankie Oviedo, que andan por la zona media.

Publicidad

Goleadores como el chileno Marcelo Salas y el colombiano Juan Pablo Ángel merodearon el arco rival, pero con mucha frecuencia iban a dar una mano al mediocampo.

A ESTOS TÉCNICOS NO LES FUE BIEN
Tres de los diez técnicos que dirigen en los países sudamericanos están a punto de salir, después de perder como locales partidos de las eliminatorias sudamericanas: Paulo Autuori, de Perú; Nelson Acosta, de Bolivia; y Juan Ramón Carrasco, de Uruguay.

JUAN RAMÓN CARRASCO  no ha renunciado a  Uruguay, después de la goleada 3-0 que le propinó Venezuela. La dirigencia no lo ha criticado.

MARCELO BIELSA es criticado en Argentina, pese a que ganó a Ecuador. El entrenador hizo  un planteamiento con varios delanteros, pero no resultó.

PAULO AUTUORI,  DT del Perú, es criticado por el vicepresidente de ese país, David Waisman, quien sugirió que debe renunciar.

CARLOS ALBERTO PARREIRA,  de Brasil, miró demasiado su reloj ante Paraguay, en Asunción, donde sus estrellas empataron sin goles.

HERNÁN DARÍO GÓMEZ alista un amistoso con Honduras en EE.UU. A mediados de mayo reunirá al equipo para el juego frente a Colombia, en Quito.

NELSON ACOSTA fue el primer técnico perdedor (2-0) de la quinta fecha con Bolivia ante Chile. Este sábado se conocerá cuál es su futuro en ese país.