Esta mañana los edificios de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), tanto en Quito como en Guayaquil amanecieron con resguardo policial, por orden del Ministerio de Gobierno, atentos a las vigilias que anunciaron los simpatizantes de la ex gerenta de este organismo, la economista Wilma Salgado.
 
El ministro de Gobierno, Raúl Baca, negó que se le haya anunciado el respaldo del Gobierno a Salgado (tal como ella señaló ayer, horas antes de que el Directorio de la AGD se reuniera para definir la situación de la ex funcionaria) y  anunció que Salgado puede entrar a las instalaciones de la AGD, no así sus simpatizantes.
 
Por su parte, el abogado de Coactivas, Bolívar González, dijo que daba por terminado su contrato con la Agencia, y que reclamaría los 20 millones que este organismo le adeuda por las acciones de incautos que realizó. Sobre el fin de estos fondos, González dijo que los donaría a una institución de caridad, sin que diera mayor precisiones.
 
El jurista aseguró que estará pendiente de que se haga una liquidación formal de los bienes y valores liquidados durante la administración de Salgado.   
 
Los legisladores tiene posiciones divididas con respecto a la situación de la ex Gerenta de la AGD. El diputado por el Movimiento Popular Democrático Luis Villacís dijo que el Presidente Lucio Gutiérrez era el responsable de los grandes deudores de la Agencia, por eso su interés en remover a Salgado.
 
Mientras que la socialista Guadalupe Larriva propone poner en vigencia una lista de morosos de la banca que hayan estado en la clandestinidad, para que todos sepan quiénes son.
 
El ex socialcristiano Patricio Dávila indicó que el despido de Salgado es una muestra de que la mayor parte del tiempo engañó a la ciudadanía a través de los medios de comunicación
 
El editorialista Jorge Vivanco considera que con la salida de Wilma Salgado, nadie pagará las cuentas pendientes que tengan con la banca cerrada.  Agregó que la ex funcionaria quedó con la imagen limpia, a causa de su labor al frente de la AGD.