A una cuadra del parque central de la cabecera cantonal de Santa Elena (calle Olmedo y Diez de Agosto) hace tres semanas se instalaron negocios tipo “bahía”, promovidos por comerciantes informales que no tuvieron cabida en el cantón La Libertad porque no se sometieron al reordenamiento dispuesto por su alcalde.

Eso causó malestar a algunos santaelenenses porque afecta la tranquilidad y el ornato de la ciudad. En los actuales tiempos difíciles, nadie se opone al derecho a trabajar, pero debe hacérselo en forma ordenada, contando con los servicios básicos y la planificación para ubicar esos negocios en lugares que no afecten la zona céntrica.

A este problema debe buscársele solución para que los comerciantes informales no sigan apoderándose de las calles.

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Si Santa Elena pretende ser capital de una nueva provincia, el sentido de la lógica aconseja no cometer este tipo de cosas.

Enrique Rosales Ortega
Santa Elena