El subempleo (trabajo informal) creció el 11,1% en los últimos doce meses, al pasar de 32,1% en enero del 2003 a 43,2% en el mismo mes de este año, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).
En Guayaquil, a lo largo de la calle Rumichaca, acuden a diario unas 50 personas para tratar de conseguir trabajo.
Juan Guevara (de 53 años) es uno de los informales que va hace 40 años a la esquina de Rumichaca y Aguirre para ofrecer sus servicios de gasfitero. “Al principio éramos 20 y todos nos conocíamos. Ahora somos más y hasta se fueron a otras partes como la calle Colón”, explicó.
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En la misma esquina se pueden encontrar plomeros, electricistas, albañiles, carpinteros, pintores y hasta dibujantes. Ellos ofrecen sus servicios a partir de $ 5 (dependiendo del trabajo) y pueden ganar hasta $ 100 semanales.
“Pero es muy raro que ganemos eso (100 dólares), sería una semana cada tres meses”, añadió Carlos Guerrero quien lleva los últimos 17 años acudiendo a la misma esquina para conseguir trabajo.
En Guayaquil, también los vendedores callejeros y quienes montan pequeños negocios son otra cara del subempleo.
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Según datos de Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pobreza y la indigencia alcanzan a 227 millones de personas. Uno de los principales problemas que señala el texto es la falta de políticas para aumentar las fuentes de trabajo.