Con 390.297 ecuatorianos, los nacionales de ese país se convirtieron en la primera colectividad extranjera en España, donde los inmigrantes constituyen el 6,24% de los 42,7 millones de habitantes, según datos oficiales difundidos ayer.

La colectividad ecuatoriana arrebató el primer lugar que hasta entonces ocupaban los marroquíes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que destacó también el aumento notable de colombianos y argentinos empadronados en las alcaldías españolas en el 2003.

Según el INE, entre el 2002 y 2003 la población en España pasó de 41,8 a 42,7 millones de personas. Ese aumento se debe principalmente a las 686.224 nuevas inscripciones de extranjeros.

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Las cifras del INE también revelan que la cantidad de inmigrantes clandestinos supera el millón de personas, si se comparan sus datos con los proporcionados por el Ministerio del Interior en diciembre del 2003 (1,64 millones de extranjeros con residencia legal).

De los 2,66 millones de extranjeros anotados en los ayuntamientos, los principales grupos por orden decreciente son los ecuatorianos (14,65%), marroquíes (14,23%), colombianos (9,18%), británicos (6,06%), rumanos (5,16%) y alemanes (4,89%). Siguen los argentinos con 109.445 personas (4,11%).

El año pasado, en los padrones municipales se inscribieron 53.666 colombianos más que en el 2002, mientras que hicieron lo propio 52.731 argentinos.

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Los argentinos destacan entre los extranjeros nacidos en un país distinto de España y del de su nacionalidad, pues 18.271 de ellos  tienen nacionalidad italiana.

Según las cifras del INE, en los ayuntamientos españoles están inscritos 244.684 colombianos, 38.322 cubanos, 55.915 peruanos, 44.290 dominicanos y 164.601 nacionales de otros países latinoamericanos.

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Todos los extranjeros deben estar empadronados en las alcaldías correspondientes a su domicilio para acceder a la escolarización y atención médica pública, estén o no sin documentos.

El número de extranjeros inscritos aumentó en las 17 comunidades autónomas españolas, excepto en los enclaves autónomos de Ceuta y Melilla, en el norte de Marruecos. Los aumentos más destacados de población extranjera se produjeron en  Cataluña (noreste), Comunidad de Madrid (centro) y Comunidad Valenciana (este).