Aunque no hacía falta ser pitoniso, imaginé que alguien terminaría en la cárcel por el atrevimiento de querer cobrar a los grandes deudores, y no solapar lo que hicieron quienes manejaron anteriormente la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos).

Es increíble la amnesia de los ecuatorianos. Ya nos olvidamos que hace cinco años mucha gente de clase media y escasos recursos terminó pulverizada y en la ruina. Y en estos cinco años la AGD ha sido una burla para todos, hasta que alguien verdaderamente se puso los pantalones y no ha permitido que continúe el engaño.

Los ecuatorianos necesitamos respuestas concretas: Hace cinco años en todos los diarios y revistas se publicó la lista de los deudores de la banca. Que se presente un detalle de ingresos y los saldos de las cuentas.

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Se ha declarado públicamente que muchos documentos han desaparecido o están escondidos. ¿A quien pertenecen estos documentos?

¿Cuánto ha costado al país la AGD, desde su creación hace cinco años? ¿Cuánto ha cobrado cada uno de los que, en su momento, gerenciaron la AGD, y cuánto pagaron por honorarios de abogados? ¿Cuántos de los inmuebles, vehículos, haciendas y otros bienes incautados han tenido que ser devueltos porque ahora pertenecen a otros dueños?

¿Cuál era el patrimonio de cada uno de los gerentes de AGD al iniciar su gestión, y cuál es su patrimonio actual?

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Estos puntos deberían ser motivos de una verdadera investigación.

Ing. Arturo Arias Icaza
Guayaquil

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Muchas persona en realidad hemos recuperado nuestro dinero, después de largos años de sufrimiento, lo que fue motivo para que mucha gente de la tercera edad hasta hayan fallecido por efectos de sentirse  perjudicados por los atracadores de los bancos.

Soy un ciudadano de la tercera edad que en el transcurso de más de 50 años y viviendo una vida ordenada logré acumular no una fortuna, pero sí una considerable cantidad de dinero como un respaldo para la vejez.

Este dinero más los fondos recuperados por mi jubilación en la empresa de ferrocarriles, con el propósito de conseguir una pensión que por lo menos cubran las necesidades de nuestro hogar, fueron puestos a plazo fijo en el Banco del Progreso, y sucedió lo que todos conocemos: el atraco bancario en el país. Gracias a Dios no me afectó mayormente, por cuanto hasta la fecha y durante treinta y dos años vengo trabajando en una de las mejores empresa del país. Todos ofrecieron devolvernos el dinero, pasaron gerentes y nada, hasta que quien en solamente tres meses de su llegada a esa institución, bastó para que me hayan cancelado todo mi dinero.

No soy político, pero rechazo que se pretenda que no salgan a la luz los atracos de gente pudiente. 

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Gonzalo Navarrete R.
Guayaquil

¡Destituir y pretender encarcelar a quien ha demostrado tener más pantalones que muchos de los sinvergüenzas que se llevan el dinero de gente honesta y hoy viven en la impunidad en otros países!

¿Acaso no se oye que lo que el pueblo quiere y dice a vivas voces, es justicia? ¡Por lo menos en estos casos!

¿De qué democracia estamos hablando señor Presidente? ¿De qué actividades contra la corrupción se puede hablar, si un equipo en pie de guerra contra los corruptos es tratado como delincuentes?

Como siempre, los pájaros disparando contra las escopetas.

Ricardo Núñez Cristiansen
Guayaquil

Concretamente lo que el país necesita saber son: nombres, razón social, montos y condiciones de todas las reestructuraciones de deudas concretadas en administraciones pasadas de la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos).

Carlos H. Borja
Quito