Un multitud de iraquíes arrastró este miércoles cuerpos carbonizados y mutilados por las calles de Falluja, después de atacar dos vehículos y matar a por lo menos tres extranjeros.
 
La multitud incendió los vehículos luego de atacarlos y arrojó piedras a los restos en llamas.
 
Imágenes de televisión mostraron un cuerpo incinerado que era pateado por un miembro de la exaltada multitud, mientras que otros arrastraban por los pies un cuerpo carbonizado.
 
En las imágenes se pudo ver al menos tres personas muertas, pero algunos testigos dijeron que hubo al menos cuatro muertos.
 
Mientras un cuerpo ardía en el suelo, un iraquí se acercó y lo roció con gasolina, avivando las llamas.
 
Al menos dos cuerpos fueron atados a automóviles y arrastrados por las calles, dijeron los testigos.
 
Algunas partes de los cadáveres fueron arrancadas y colgadas de un poste, y dos cuerpos quedaron colgando desde un puente sobre un camino.
 
No quedó claro cuántas personas viajaban en los automóviles, ambos vehículos de doble tracción de los que utilizan los contratistas extranjeros, periodistas y miembros civiles de la coalición liderada por Estados Unidos, así como personal militar.
 
Los testigos dijeron que vieron entre cuatro y ocho personas en los vehículos antes de que fueran atacados.
 
Algunas de las víctimas tenían indumentaria civil, chalecos antibalas y estaban armados, dijeron los testigos, pero eso no se pudo apreciar en las imágenes de televisión.
 
Una de los víctimas tenía el pelo de color claro y vestía pantalones caqui y una camisa blanca.
 
Mientras las víctimas ardían, una multitud de 150 hombres coreaban "Larga vida al Islam" y "Allahu Akbar" ("Dios es grande") y hacían la señal de la victoria.
 
Falluja, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, ha sido uno de los más pueblos más violentos de Irak desde que se inició la ocupación liderada por Estados Unidos, hace un año. Casi todos los días hay ataques a los convoys militares estadounidenses que operan en la zona.   
 
OBJETIVOS EXTRANJEROS
 
El ataque se produjo poco después que el ejército estadounidense confirmara la muerte de cinco soldados por una bomba que estalló en el camino al oeste de Bagdad. Un portavoz se negó a precisar la nacionalidad de los soldados y el lugar preciso donde ocurrió el ataque.
 
La mayoría de los efectivos que operan en la provincia de al-Anbar, al oeste de Bagdad y que comprende los pueblos de Falluja y Ramadi, son marines estadounidenses.
 
Más de 400 soldados estadounidenses han muerto en combate desde el inicio de la guerra para derrocar a Saddam Hussein, muchos de ellos en ataques con dispositivos explosivos improvisados, en los que se esconde una carga explosiva en una bolsa de plástico, lata de gaseosa o un animal muerto, conectados a un detonador.
 
El ministerio de Defensa británico también informó el miércoles que tres soldados había resultado heridos en una explosión que sacudió el vehículo en que viajaban, al sur de Basora, pero no dio detalles.
 
En las últimas semanas, a la par de ataques contra tropas estadounidenses y de la coalición, parece haber un drástico incremento de las acciones guerrilleras contra los extranjeros.
 
Sólo en marzo 12 civiles extranjeros murieron por disparos desde autos o en ataques similares. En el último incidente, un británico y un canadiense que trabajaban como guardias de seguridad, murieron por disparos en la ciudad de Mosul.
 
Unos días antes de ese incidente, dos finlandeses murieron en la ciudad de Bagdad y cuatro misioneros murieron baleados en Mosul. En Hilla, al sur de Bagdad, dos estadounidenses que trabajaban para las autoridades civiles recibieron disparos desde un auto en movimiento.
 
Faltan menos de 100 días para el previsto traspaso de la soberanía a los iraquíes por parte de las fuerzas de ocupación.