En los 34 centros de rehabilitación del país se mantiene inalterable el paro, que desde ayer comenzó a evidenciar la falta de víveres para la alimentación de los internos.
Dos de estos casos se presentan en las cárceles de Latacunga y Machala, donde están por agotarse las reservas de víveres.
Los funcionarios administrativos se quejaron de que no pueden adquirir nuevos productos, pues les deben a los proveedores desde hace tres meses.
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Los trabajadores carcelarios de Latacunga advirtieron que hoy entregarán la seguridad de este centro a la Policía, informó el presidente del Comité de Paro, Walter Cevallos.
En Machala, cinco internos se cosieron ayer los labios en apoyo a los trabajadores carcelarios y para condenar la desatención gubernamental.
Este panorama se vive en otras ciudades, como Guayaquil y Quito, en donde, además, los centros de detención provisional están atestados de presos, pues no hay manera de transferirlos a las penitenciarías.