Representantes de Austria, Bélgica, Israel y Suiza en la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, que se celebra en Lima, manifestaron este martes su preocupación por los escasos avances en el combate a la pobreza y la persistencia de las desigualdades económicas y sociales en Latinoamérica.
 
La gobernadora suplente temporal por Austria, Brigitte Windisch, manifestó que las perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo en América Latina "se ven todavía obstaculizadas por cierto grado de incertidumbre".
 
"Aún no se han resuelto los problemas sociales y económicos estructurales. La pobreza es elevada y la exclusión social sigue siendo un problema", señaló en la tercera sesión plenaria de la 45 asamblea del BID.
 
"Por esa razón, en gran medida, han quedado desprestigiadas las reformas de mercado instauradas en los últimos años" en América Latina, destacó.
 
La representante austríaca señaló que el año pasado el BID comprometió 6.800 millones de dólares en la región, pero que sólo el 23 por ciento se orientó a proyectos de inversión para obras de desarrollo a largo plazo.
 
En ese sentido, Windisch recomendó que cuando se elabore el nuevo marco de financiación se protejan los préstamos para proyectos de inversión contra la tendencia a la expansión de los instrumentos de desembolso rápido.
 
Por su parte, el gobernador suplente por Bélgica, Franciscus Godts, afirmó que el BID "no ha avanzado en la medida de lo previsto desde marzo de 2002, en que los gobernadores acordaron adoptar medidas tendentes a una mayor eficiencia en materia de desarrollo".
 
Por tal motivo, instó a que los gobiernos y el BID "asuman, en mayor medida, la responsabilidad de sus acciones".
 
Sin embargo, el jefe de la delegación belga dijo no estar plenamente convencido de que exista una genuina identificación local con las reformas estructurales.
 
"Para lograr una reducción sostenible de la pobreza se requiere determinación y compromiso en la esfera política. A la región le corresponde demostrar que se están enfrentando los problemas", añadió.
 
A su turno, el gobernador suplente temporal por Israel, Avner Halevi, manifestó que "el progreso insatisfactorio en la reducción de la pobreza pone en tela de juicio la capacidad para alcanzar los objetivos del milenio" acordados en Naciones Unidas.
 
En su opinión, el sector privado encierra el potencial de contribuir a un proceso de crecimiento que beneficie a los pobres.
 
Una visión más optimista de la región es la que expuso el gobernador de Suiza, Oscar Knapp, al afirmar que América Latina "se apresta a retomar la trayectoria de crecimiento de la que se apartó a causa del deterioro de las condiciones financieras internacionales y de la declinación del crecimiento económico mundial".
 
No obstante, indicó que "no puede negarse el riesgo de que haya Estados inestables o incluso fallidos en ciertas partes de la región".
 
El gobernador suizo propuso a los gobiernos latinoamericanos reducir el grado de dependencia de corrientes de capital externo que son inestables y considerar la introducción de tipos de cambio competitivos.
 
También los instó a que se embarquen en un enérgico proceso de reforma del régimen de pensiones y los mercados financieros.