El grupo alimentario italiano Parmalat PRFI.SA recuperó parcialmente este martes el control sobre su principal unidad en Brasil, cuando un juez dictaminó que la atribulada compañía podría reinstalar su propia gerencia en la subsidiaria.
 
El juez Ruy Camilo indicó, sin embargo, que los nuevos directores tendrían que administrar a Parmalat Brasil Industria de Alimentos LCSA4.SA en conjunto con el administrador designado por la corte que ha estado a cargo de la unidad desde el 11 de febrero.
 
Parmalat Brasil tampoco puede vender ningún activo ni transferir fondos a su compañía matriz, que se declaró en bancarrota, según una copia del fallo del juez Camilo.
 
Bajo presión de sus proveedores y acreedores, Parmalat Brasil fue colocada bajo control de una corte por otro juez de Sao Paulo el 11 de febrero. Sus principales directores, incluído el presidente ejecutivo Ricardo Goncalves, fueron retirados de sus cargos.
 
Desde entonces, la unidad ha sido dirigida por el ex director del banco central, Keyler Carvalho Rocha, mientras Parmalat buscaba recuperar el control sobre una de sus mayores operaciones fuera de Italia.
 
Rocha dijo que la decisión del martes formaba parte de una nueva "intervención suave" de la corte que había sido negociada con Parmalat. La compañía planea anunciar formalmente su nuevo esquema de organización tras una reunión de accionistas el miércoles.
 
"Dado que fue la corte la que ordenó la intervención, es la corte la que tiene que suavizar la intervención", dijo Rocha.
 
Agregó que Nelson Bastos, el jefe de la firma de consultoría que asesora a Parmalat, asumirá la presidencia de la junta directiva de la subsidiaria. Rocha asumirá la vicepresidencia.
 
La decisión del martes fue el giro más reciente en la crisis que envuelve a Parmalat y sus operaciones globales, desde que el año pasado dio a conocer un agujero contable en sus libros por miles de millones de euros.
 
El escándalo ha desatado una enorme investigación por fraude en Italia y una pesquisa por separado en Brasil, donde la firma tiene ocho fábricas y unos 6.000 empleos.
 
La semana pasada, Parmalat dijo que recortaría su fuerza de trabajo en casi la mitad y que vendería o liquidaría sus operaciones en 20 países para mantener a flote al grupo.
 
Parmalat Brasil ha tenido que recortar la producción y despedir empleados para mantenerse en operación. La producción promedio en las plantas ha sido limitada al 25 por ciento de la capacidad total.
 
Como parte de su plan, Parmalat planea vender o liquidar muchos de sus activos en Latinoamérica.
 
En Brasil, sin embargo, Rocha dijo que la compañía trataría de mantener Parmalat Brasil funcionando.
 
"Vamos a tener un plan de recuperación para la compañía que podría considerar algunos alquileres o ventas, pero nuestra meta es no vender toda la compañía", dijo Rocha.