En las calles de Tabacundo no es extraño encontrar letreros que prohíben el abuso de las bocinas de los carros y estipulan una multa de 80 dólares, o de pegar afiches en las paredes con una sanción de 20 dólares.

El contrato colectivo con los trabajadores municipales, dijo la alcaldesa Cecilia Mantilla, se firma a tiempo y está impreso en pequeños folletos de bolsillo. Cada empleado tiene uno “para que no sea manipulado por los dirigentes. Y si quieren algo tienen que citarme en qué artículo y página del contrato está”, aseguró.

Mantilla comentó que para el último paro nacional le pidieron permiso para participar y ella les solicitó por escrito un amparo legal, como establece la ley, para que puedan salir. Así como la agenda de trabajo de la alcaldesa y el avance de las obras son públicas, los morosos en el pago de impuestos de todas las parroquias también constan en las revistas mensuales.

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La ley establece el permiso de maternidad para las mujeres trabajadoras, pero entre los derechos de un alcalde no constan, dijo Mantilla. “Por ello consulté al Procurador. La respuesta me llegó tres meses después de haber dado a luz, cuando ya no era necesario”, refirió.