En Cybers especializados o incluso en fiestas en casa de los aficionados a los videojuegos en computadora disfrutan desarrollando nuevas  estrategias para vencer a los enemigos.

Aparecen los dos bandos: uno de policías y el otro de terroristas. Están enfrentados en un campo de batalla de paredes de piedras y suelo rocoso en un ambiente plagado de obstáculos, especies de muros, puertas que atravesar y, en primer plano, un arma en busca del blanco enemigo.

Es el juego Counter Strike que despierta pasiones entre chicos de 12 a 28 años que acuden a Battle Zone, ciber de videos ubicado en el centro comercial Plaza Quil, donde las computadoras son los instrumentos de diversión para quienes disfrutan de los juegos en red.

Algunos se bajan de internet y otros se compran en distribuidores, ya sean copias u originales. Las primeras cuestan desde 5 dólares, dependiendo el juego, y las otras desde 30 dólares. Los jugadores manejan los ataques a través de comandos (tan complicados que hay que aprenderlos de boca de otro experto y, por supuesto, de la práctica, mucha práctica).

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En el juego gana el que mejor estrategia plantea, técnicas de ataque para disparar, para cercar al enemigo, que ellos mismos crean, es algo personal, a diferencia de los juegos de consola donde solo hay que aprenderse el juego. En el caso de los juegos en red el player (jugador) tiene la posibilidad de crear sus propias técnicas.

También se configura la máquina con una clave personal para enviar mensajes a los otros miembros del clan (equipo) –cuando se trata de un juego colectivo– y debe crear obligatoriamente un nickname (sobrenombre que hace las veces de nombre clave) como identificación personal.

Even X (Even Suéscum, en la vida real), de 16 años y estudiante del colegio Americano, y Patricio León (Pato X, en el PC), de 19 años y alumno de tercer año de diseño gráfico de la Universidad Santa María, fueron contrincantes en un juego de Counter Strike la tarde del jueves de la semana pasada en Battle Zone.
Even practica trucos en PC desde hace dos años. Lo hacía desde su casa, pero hace dos meses acostumbra ir a los cibers, donde hay más ambiente, más fanáticos del juego. “Es interesante crear estrategias y competir con tus amigos a través de una máquina”, dice.

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Pato X comenta que las computadoras son parte de su vida, porque desde niño jugaba y averiguaba trucos para pasar los distintos niveles. Alrededor de los juegos en red hay celebraciones como los lan parties, que son fiestas  entre amigos con computadoras donde se llevan las laptops o PC a la casa de algún miembro del grupo y se enciende el juego en red. “A veces, si la competencia es buena nos amanecemos, porque es la única manera de mejorar las estrategias”.

Además del Counter Strike hay otros como  el Warcraft Frozem Thorme y el  Starcraft Brood War que actualmente practican los aficionados a los juegos en red. Juan José Loor, de 14 años y estudiante del colegio La Moderna, asiste dos veces por semana a los cibers con su grupo de amigos para plantear las guerras entre terroristas y policías que se arman en los Counter Strike y lucha por vencer los obstáculos que aparecen en el camino. “Lo jugamos en clanes de cinco personas (cada bando) y resulta más emocionante saber que, al ganar, el vencedor es todo un equipo”, expresa.

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El Starcraft Brood War se juega individualmente y las razas enfrentadas (orcos, humanos) deben construir torres, comprar armas y conformar ejércitos. Alfredo Gallardo, propietario de Battle Zone, dice que esta tendencia es nueva en el Ecuador, aunque en el resto del mundo tiene alrededor de diez años. También hay un clan de chicas llamado Dead (muerte) que practican algunas horas en el ciber, pero son muy pocas. “Más vienen chicos, ya sean solos o en grupos y pasan varias horas compitiendo para mejorar sus habilidades”.