Con la concha marina, Armijos creará 72 piezas que exhibirán las candidatas a Miss Universo.

El spondylus no es solo un material para elaborar joyas alternativas, sino también parte de “una identidad, un legado histórico y ancestral”. Esa es la filosofía del orfebre ecuatoriano René Armijos, un tipo de abundantes cabellos ensortijados,  quien considera tener una misión: proteger, difundir, enseñar y preservar el aprecio del spondylus.

Con su camisa estilo playero y pantaloneta corta, y sin hacer alardes del don concentrado en sus manos, Armijos pondera la utilización del spondylus y lo eleva a igual categoría de piedras preciosas o gemas, que no hay en el país, pero “tenemos esta concha sagrada de las costas”.

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Con ella, este orfebre de 36 años diseña joyas de “creación única y no en serie”, combinadas con la plata, “un metal valioso que no despierta la codicia”, comenta este carismático hombre cerca de las playas del cantón Salinas, el balneario más visitado del país, según la Cámara Nacional de Turismo.

Para Armijos trabajar con el spondylus ha creado su estilo de vida. Mucho de eso se refleja en su apariencia física: un hombre que puede multiplicar su riqueza económica, mas no es ambicioso, y al contrario, se siente un siervo de esta concha y una persona al servicio de la comunidad: él reunió a siete artesanos de Salinas a quienes les enseña el oficio.

“Me han pedido que vaya a trabajar a Italia, Estados Unidos, Canadá, pero yo no he querido. Deseo quedarme aquí, porque tengo una misión”, recalca con seguridad Armijos.  Se refiere a su compromiso con el spondylus y hacer que se revalore y rescate el aprecio por este material, tal como lo hacían los pueblos costeros en épocas prehispánicas de Ecuador.

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Un nombre para su hija
Y Armijos quiso reflejar esa  compenetración del hombre y naturaleza, en su propia carne, dándole el nombre de Spondylus a su hija. “Es la única niña en el país que lleva ese nombre”, dice.

Para Armijos la iniciación de este oficio fue “una conspiración universal”. Cuenta que a los 13 años vino de su lugar de origen, Shumiral (pueblo costero de la provincia del Azuay, en la Sierra ecuatoriana) para trabajar en la joyería de propiedad de Antonio Aspiazu, Joyas Modernas Compañía Limitada.

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A él (Aspiazu) le agradece el descubrimiento de esta capacidad como artista de joyas y también porque por este empresario “se inició la escuela de orfebres y muchas personas abrieron las primeras propias joyerías en Guayaquil”.

Desde hace cinco años, René Armijos se instaló en Salinas.  Allí tiene su taller, junto a su esposa y compañera Gloria Julio (chilena radicada en Ecuador), con quien comparte caminatas matutinas por la playa para recoger material para hacer sus joyas. También utiliza la concha de nácar, jaspe florido, cuarzo con oro y oxidianas y otros materiales afines.

Y en manos de René Armijos, además,  estará la elaboración de 72 piezas de una colección única creada especialmente para exhibirse con las candidatas a Miss Universo (Ecuador será sede por primera vez del certamen de belleza más importante del mundo), que llegarán al país a partir de mayo.

Joyas para reinas
El desfile de las participantes con las joyas de spondylus del taller de Armijos está programado para el 22 de mayo, en la Urna de Cristal del Malecón 2000 de Guayaquil, a las 17h00.

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Además, tiene planeado realizar exposiciones en Toronto, Canadá, donde piensa promocionar la joyería ecuatoriana a base del spondylus y demostrar que este trabajo se multiplica en Ecuador. Eso sí, el seguirá cerca del mar, buscando materiales para sus creaciones y haciendo lo que más le gusta: joyas.

JOYAS
EXHIBE EN EL MUNDIAL

El Ministerio de Turismo invitó a René Armijos para exhibir su colección de joyas en una carpa instalada en la playa de la FAE, dentro del marco del Mundial de Surf que finaliza hoy en Salinas.

BIOGRAFÍA
René Armijos Burbano nació hace 36 años en Shumiral,  pueblo de la provincia del Azuay, ubicado a unos 20 km de las costas del Pacífico.

COLORES

Armijos puede conseguir varios colores del spondylus: amarillo, violeta, rojo caballo (así lo denominó él), rojo, blanco, marrón, naranja y concho de vino. Sobre esta diversidad de matices, Armijos tiene su propia teoría: “Esto es posible aquí porque Ecuador, por su ubicación geográfica, es el centro universal de los colores. Esa es mi cosmovisión”.

JOYA DESCUBRIMIENTO
La primera joya que creó Armijos se llama descubrimiento, que tomó casi cinco años en hacerla. La obra la inició en el 2000 y la vendió hace poco. Su taller se encuentra en la avenida Gral. Enríquez Gallo 399 y Rafael de la Cuadra, Salinas. Teléfono: 277-2640.