Reflexión sobre el Evangelio
1.– El mensaje de la Palabra de Dios

Jesús reprueba la actitud condenatoria y legalista de los fariseos, por su falta de misericordia y por su hipocresía. Y nos presenta con un ejemplo, y de una forma muy clara su misión: Él no ha venido para condenar, sino para salvar a los pecadores. Jesús, rompe los moldes del puritanismo de la época,
dejando libre a la mujer, a la que perdona para que ella no peque más.

2.- ¿Qué compromiso nos pide el Señor?
Reconocer y aceptar nuestros pecados para poder recibir el perdón que nos abre y nos capacita para una vida nueva. El Evangelio presenta la misericordia de Dios subrayando, no nuestros méritos y esfuerzos, sino la gratuidad del perdón. Jesús no desautoriza la ley, sino que la supera con un gesto de misericordia, rehabilitando a la pecadora ante Dios, ante los otros y ante ella misma.

Los fariseos eran tan pecadores o más que la adúltera, pero se autoproclaman jueces de ella para condenarla. La crítica radical de Jesús es contra este tipo de hipocresía: los malos se presentan como buenos y, convertidos en jueces, quieren imponer sus criterios, y su estilo de vida corrupto como norma de vida.

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¿No caen en el mismo pecado los que practican la doble moral en la administración de la justicia, o en el manejo de la política, presentando como virtudes, lo que son verdaderos pecados?