Líderes mundiales acudieron a España para honrar a los fallecidos por los atentados a los trenes de Madrid.

El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ofició ayer un funeral de Estado en la catedral de la Almudena, el que dijo a las familias de las víctimas del atentado del pasado 11 de marzo en Madrid que todos “hemos llorado juntos” por la tragedia y que “frente al odio, la única respuesta eficaz es el amor”.

Cientos de personas siguieron la ceremonia por pantallas de televisión en las Plazas de la Armería y de Oriente y en la Puerta del Sol.

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En la ceremonia estuvieron presentes los reyes de España, Juan Carlos y Sofía; miembros del gobierno en funciones y el próximo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Además los jefes de Estado de Francia, Jacques Chirac; Italia, Carlo Azeglio Ciampi;  Portugal, Jorge Sampaio; Finlandia, Tarja Salonen, y Estonia, Arnold Ruutel; y los jefes de Gobierno de Alemania, Gerhard Schroeder; Gran Bretaña, Tony Blair; Polonia, Leszek Miller; y la República Checa, Vladimir Spidla, entre otros.

Poco antes del comienzo del funeral, un familiar de las víctimas quiso avanzar desde la nave central de la catedral hacia la zona donde estaban las autoridades y, cuando un escolta le impidió el paso, gritó al presidente del gobierno español en funciones, José María Aznar: “le hago responsable de la muerte de mis dos hermanos”.

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De inmediato, el hombre, cuya identidad no se reveló, abandonó el templo.

Al término de las exequias la familia real dio el pésame a los familiares de las víctimas para darles el pésame personalmente.

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Frente a la Casa de Correos, Carmen, una ecuatoriana de 36 años, que viajaba en uno de los trenes afectados por las bombas, seguía emocionada el funeral y comentó que desde ese día “la vida ya no es lo mismo” y que ella se ha convertido en “una persona triste”.

Cita política
Tras la ceremonia el presidente del gobierno designado, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró en sus encuentros con varios dirigentes mundiales su promesa de retirar las fuerzas españolas de Iraq.

Rodríguez Zapatero y el primer ministro británico Tony Blair analizaron la posibilidad de una nueva resolución de las Naciones Unidas que dé mayor participación al organismo mundial en Iraq durante la transición e incluso después, posibilidad que impulsa ahora EE.UU.