La decisión de una guardería italiana de prohibir trabajar a una profesora marroquí a causa del velo islámico ha suscitado una polémica y ha llevado al ministro del Interior, Giuseppe Pisanu,  a intervenir para solicitar su admisión.
 
Los responsables de la guardería se negaron a admitirla, al considerar el velo como un símbolo religioso que podía confundir a los niños.