En el último viaje de nuestro Mandatario, esta vez al vecino país de Colombia, más creo que se limitó a tratar de los intercambios de reos entre el Ecuador y el país norteño.

Parece que ahí sí tiene tiempo y paciencia, pero no para atender las quejas de los presos de los centros carcelarios de nuestro país, ni las de los empleados públicos que trabajan arduamente arriesgando sus vidas en las cárceles del Ecuador.

Por eso se levantan en paros, huelgas, amotinamientos de reos. Vi por televisión la forma inhumana, degradante en que se encuentran los detenidos por falta de apoyo económico de las autoridades del Gobierno.

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Me parece que al Presidente, con el respeto que se merece, le interesa más el intercambio de los presos que cometieron delitos comunes, y no la traída al país para que rinda cuentas el famoso cura Flores, que prometió hace más de tres meses que en quince días estaría ya en la cárcel del Ecuador, o es que acaso se olvidó de él. ¿El enriquecimiento ilícito que el cura cometió quedó en nada o se está encubriendo a algún palo grueso? Pido también que cuando realice otro viaje a los Estados Unidos haga el mismo intercambio de reos para traer al curita Flores, ya que esa platita que se llevó le hace falta al Ecuador ante la crisis económica que vive nuestro país.

Ab. Eduardo Chiriboga Izquieta
Guayaquil