Su vocero, Fernando Alvarado, aseguró que luego de haber reparado el acueducto de agua potable de 1.200 en este sitio se detectó una nueva fuga  en la tubería de 600 milímetros.

Debido al problema, la empresa tuvo que confeccionar unos accesorios que permitieran sellar la fuga, según la institución, sin interrumpir el servicio de agua potable.

Además, indicó que se reparará un colector de aguas lluvias con su respectivo relleno y reposición de pavimento, y en esta semana se espera poder habilitar uno de los carriles de la calle 17, también al sur de la ciudad, que permanece cerrada.

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El cierre del tráfico vehicular es coordinado con la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) y el Municipio de la ciudad.

Los moradores del sector expresaron su disgusto porque es la segunda vez que se provoca el mismo daño, en menos de un año.

Nelly Chiluiza dijo que “las ventas en los locales ubicados en la calle Ayacucho se han paralizado, ya que por el tráfico no hay cómo parquearse”.

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Asimismo, ella afirmó que cuando llueve ingresa a las viviendas el agua del estero Salado, que mediante bombas de succión es sacada continuamente de la excavación que se efectuó en el lugar.

Carmen Herrera, otro de las habitantes de la zona afectada, exige agilidad y eficiencia en los trabajos.

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Ella junto a sus vecinos se quejaron de que los empleados de la empresa contratista de la obra no laboran los fines de semana por lo que, según ellos, no avanzan rápidamente la reparación. Interagua no fija aún fecha de cuándo se restablecerá el servicio.