Durante dos días ha tenido lugar en Bogotá la reunión entre los presidentes Álvaro Uribe y Lucio Gutiérrez acerca de asuntos relativos al Plan Colombia, la seguridad, la integración y el comercio de ambos países.

Por el momento, la información periodística indica que el Ecuador no ha comprometido su neutralidad e independencia en la lucha que mantienen nuestros vecinos con fuerzas insurgentes.

El pueblo ecuatoriano se ha mantenido pendiente de la aprobación de algunos convenios. Mencionaremos unos cuantos:

* El establecimiento de guarniciones de fronteras en la cantidad adecuada para que el resguardo no dependa casi exclusivamente del Ecuador.

* Que las fumigaciones colombianas contra la coca y la amapola se realicen por lo menos a 10 kilómetros de la frontera con Ecuador.

* Acuerdo y respaldo mutuo en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

* Coordinación de las tareas desplegadas por los dos países para la eliminación del narcotráfico.

* Planteamiento ante el Gobierno norteamericano para que abandone el rol de gran consumidor de drogas. La baja en su demanda se reflejará en la oferta respectiva.

Resulta sorprendente que en solo dos días haya sido aprobada una agenda tan amplia de asuntos como los estudiados en esta reunión de presidentes.

Seguro que ello ha sido posible merced a la deslumbrante tecnología moderna de la información.

Además, los temas fueron objeto de análisis por comisiones especializadas de ambos países, conforme lo han ratificado sus mandatarios.

Hubo, pues, una aprobación previa.

Por otro lado, no sé cómo apreciarán otras personas los grandes elogios que sobre nuestro mandatario ha pronunciado en Bogotá el presidente Uribe. No es que el coronel Gutiérrez no los merezca: nada más alejado de mi pensamiento.

Lo que extraña y pone en guardia es que hayan sido dichos en el mismo escenario y al mismo tiempo en que el mandatario ha dicho nones al insistente pedido de Uribe de que el Ecuador se involucre, como en cosa propia, en el Plan Colombia.

Me parece que caben, por lo menos, dos posibilidades. La primera es que originan la alabanza los fervorosos llamamientos del coronel Gutiérrez en favor de lograr el respaldo internacional para que Colombia recupere la paz.

Y la segunda posibilidad es que de alguna forma estime el presidente Uribe que se ha logrado involucrar a nuestro país en el conflicto colombiano.