El vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, David de Ferranti, aseguró este lunes que la región tendrá dos años "muy buenos" económicamente, aunque advirtió que "siempre habrá desafíos externos que enfrentar".
 
Para el 2004, De Ferranti pronosticó un crecimiento regional de entre 3,8 y 4,1 por ciento, "y se espera una cifra todavía mayor para el próximo", enfatizó.
 
Matizó, sin embargo, que de forma paralela, "se debe conseguir que los países desarrollados abran más sus mercados".
 
De Ferranti hizo sus apreciaciones tras inaugurar en Santiago una conferencia internacional sobre "El futuro del libre comercio en las Américas".
 
Señaló que en este sentido el Banco Mundial tiene una posición muy clara: "que los países desarrollados bajen sus barreras arancelarias, reduzcan los subsidios y abran efectivamente sus mercados a los países en desarrollo".
 
"Estamos completamente convencidos de que una decisión de esa naturaleza va a ser clave e importante, incluso para todos los países del planeta", subrayó.
 
En este contexto, el representante del Banco Mundial sostuvo que aún hay mucho que hacer en América Latina, especialmente en el campo educacional, cuya calidad no es equiparable a la de los países ricos.
 
"Las empresas y los trabajadores tiene que aprovechar la apertura que significan los tratados de libre comercio y los acuerdos bilaterales, pero eso requiere de políticas complementarias dentro de cada país, especialmente sobre la calidad de la educación", enfatizó.
 
"El comercio es una oportunidad, no una garantía", advirtió De Ferranti, que durante su intervención en la Conferencia afirmó que los tratados de libre comercio son una oportunidad para quienes los suscriben, "no una varita mágica".
 
La Conferencia, organizada conjuntamente por el Banco Central de Chile y el Banco Mundial, tiene por objetivo analizar el estado actual de la política comercial y de las negociaciones comerciales en marcha tanto entre países latinoamericanos, como entre éstos con EE.UU. y Canadá.
 
En tanto, Guillermo Perry, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, coincidió con su colega al señalar que el comercio realmente brinda una oportunidad, pero algunos países han aprovechado mejor su apertura que otros.
 
Añadió que eso depende de tener una buena macroeconomía, buenas instituciones, de mejorar la calidad de la educación y el proceso de innovación de transferencia tecnológica y de creación de tecnologías en las empresas.
 
"Vivimos en un mundo donde la competencia está basada en el conocimiento", sostuvo Perry, que agregó que "la evidencia sugiere que los esfuerzos de la región en investigación y desarrollo debieran al menos duplicarse".
 
También consideró importante la inversión en la lucha contra la corrupción y mejorar la eficacia y calidad de la actividad reguladora, que en definitiva "contribuirán a derribar los obstáculos que hoy impiden el crecimiento económico".
 
En la conferencia internacional participaron la ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad Alvear; su colega de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre; el presidente del Banco Central de Ecuador, Mauricio Yépez, y el secretario ejecutivo de la Cepal, José Luis Machinea.
 
También el presidente del Banco Central de Chile, Vittorio Corbo; el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Luis Fernando Furlan; el jefe negociador del Area de Libre Comercio de las Américas en la Oficina de Representante del Comercio de EE.UU., Ross Wilson, y el gerente de estudios de la Comisión Nacional de Comercio exterior de Argentina, Eduardo Bianchi.
 
El Banco Mundial actualmente brinda su apoyo a 32 proyectos de facilitación comercial en 28 países, con una financiación de 500 millones de dólares.
 
Asimismo, hay 100 proyectos de respaldo a política comercial y reformas institucionales activos en 59 países, con una financiación de 2.200 millones de dólares.