La oposición de izquierda encabezaba ayer la primera vuelta de las elecciones regionales francesas, en un golpe a la derecha en el poder, mientras que la abstención fue menor de lo previsto, según las estimaciones de los sondeos a pie de urna.

Las formaciones de izquierda, lideradas por el Partido Socialista (PS), habrían obtenido entre el 40,3 y 40,5% de votos, cifra basada en los sondeos.
En cambio, la derecha en el poder desde el 2002 conseguiría solo entre el 33,8 y 34%.

Posibles nuevas elecciones
El ultraderechista Frente Nacional, que tendría entre el 15,6 y 17,5% de los sufragios, podría forzar nuevos comicios en 19 de las 26 regiones del país, el próximo domingo.

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Según las estimaciones de los institutos demoscópicos CSA, Sofres e Ipsos, la abstención, una de las grandes incógnitas de la jornada, se situaría en una horquilla entre el 38 y 40%, menos que el 42,3% de las regionales de 1998.

El líder del Partido Socialista, Francois Hollande, señaló que los resultados de esta primera vuelta constituyen “una advertencia seria” para el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, al tiempo que aseguró que la ultraderecha no está en condiciones de ganar ninguna región, pese a los buenos resultados del Frente Nacional.